Llega el día D, el día señalado para realizar la ruta que más quería. Habíamos escogido un día del que estuviéramos seguros del tiempo, y más después de lo del Gavia. Buenas previsiones y una vez llegado el momento comprobamos que así es. La ruta la había visto en un blog de unos chicos de Murcia, de los cuales me puse en contacto con Pedro. Me explicó al detalle los pasos y fué de gran ayuda, así que a plasmarlo en la carretera.
Nada más empezar no hay tiempo ni para calentar piernas hoy. Empezamos a subir el Stelvio por la cara más suave, por Bormio. Rápidamente recuerdo aquel blog y aquellas fotos que nos decidieron pasar las vacaciones por Italia, es como si ya hubiésemos estado ahí. Nos esperan 18 Kms de subida, casi al 7,5%, así que con tranquilidad...
Carretera llena de ciclistas, de coches y motos. Adelantas a mucha gente, te adelantan, hablas con uno y con otro... La hora y pico que estás subiendo el puerto se te hace entretenida.
Y que decir de la carretera... Se pueden ver largos tramos, larguísimos que cambian al llegar a una curva por completo.
Silvia, recuperada del Gavia vuelve a realizar su serie, aunque hoy ya no es como el dia del Tre Cime, hoy si "importa que vaya tirando" y la controlo en todo momento. Es un sinparar de hacer fotos, vídeos, no se puede olvidar...
Llegamos al cruce que nos lleva a Suiza, Cima Umbrail y reponemos fuerzas, nos abrigamos y para abajo.
Sorpresa nuestra cuando nos encontramos un tramo bastante largo de carretera sin asfaltar, eso si, en perfecto estado y solamente tenemos que vigilar en no caernos en la bajada.
Lado Suizo impresionante. Como ya se sabe todo está a la perfección. Todo en orden, limpio, etc... hacen que aun se vea mejor de lo que es. Paraíso que enamora.
Poco tramo llano en el dia de hoy, que nos acerca a Prato allo Stelvio, punto de partida para el Monstruo. Hora de la comida que disfrutamos viendo los primeros glaciares.
Empieza el puerto con un par de Kms en falso llano, que nos va bien para volver a calentar. Nos adentramos en el valle donde hace muchísimo calor. Otra vez muchísimo ciclista, incluso más que en la otra vertiente. Mucho coche también disfrutando del posible último año gratis, ya que encontramos carteles que a partir del año que viene hay peaje...
La carretera se empieza a empinar y nos adentramos en la zona arbolada del Stelvio. Serán así, unos 10 kms que son bastante duros.
No hay rampas exageradas, pero son 10 kms constantes al 8% aproximadamente.
Se empieza a ver más de cerca los glaciares que nos acompañarán ya hasta la cima y de fondo se escucha como choca el agua del deshielo contra las rocas. Infinidad de fuentes de agua pura, una delicia.
Momento que llegas al Tornante 24... A partir de aquí, la montaña se abre y ves la cima. Alucinas... Nos esperan los últimos 8 Kms, al 8,5%, aunque eso ya es lo de menos.
Famosa zona de zigzags, curvas de 180º donde es difícil que pasen dos coches a la vez. Disfrutas en cada uno de ellos y sin querer haces la cuenta atrás... 23,22,21......3,2 y 1.
Giras el último Tornante y ves la cima, llena de gente. Alguno que otro aplaude a cada ciclista que pasa, aunque lo que más quieres es coronar. Cuando pasas el cartel de Cima Coppi, sabes que esa sensación es totalmente diferente a todos los puertos que has subido.
Se que volveremos, no se cuando, pero hay que volver a coronar este Monstruo.
Ya solo nos queda la bajada hasta Bormio. Se alcanzan velocidades impresionantes sin dar golpe de pedal, sobre 80Km/h. Llegamos a Bormio con todos los objetivos cumplidos. Es una ruta que recordaremos durante mucho tiempo...
